Bustarviejo. Bustarviejo - Callejas de Valle Hermoso

Logotipo Bustarviejo. Bustarviejo - Callejas de Valle Hermoso
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Datos del tour
14,2km
1.114 - 1.304m
Distancia
266hm
282hm
Ascenso
01:38h
 
Duración
Breve descripción

Ruta circular de suave desnivel que empieza en el pétreo Puente de la Mina recientemente restaurado. Ruta que nos hará viajar en el tiempo despertando los sentidos.

Dificultad
difícil
Valoración
Técnica
Nivel
Paisaje
Experiencias
Punto de salida

Bustarviejo

Ruta
Bustarviejo (1.222 m)
Manantial de la Gregoria
2,2 km
Navalayegua
6,0 km
La Encinilla (1.126 m)
8,7 km
La Tejera
10,4 km
Restaurante Fuente del Collado
12,1 km
El Collado (1.236 m)
13,6 km
Bustarviejo (1.222 m)
14,1 km

Descripción

Esta ruta es una ampliación de la Ruta 4,—Callejas de Valle Hermoso. Está pensada para aquellas personas que bien andando, bien en bicicleta de montaña (MTB) quieran ampliar el recorrido inicial de 7,7 km a 14,3 km. Se trata de una ruta circular con inicio y fin en la Plaza de la Constitución de Bustarviejo. La ruta coincide en su recorrido inicial con la Ruta - 3 (Mondalindo por la Mina de la Plata) y en su tramo final con el inicio de la Ruta 6 (Vuelta al Pendón). El tramo que va desde el manantial de la Gregoria hasta el helipuerto es el único específico de esta ruta. Pocos topónimos hacen tanto honor a su nombre como el de este valle: el Valle Hermoso “Val Fermoso” se llama en el libro de la Montería (año 1.300), y esta denominación aparece repetidamente a lo largo de los siglos. Por este hermoso valle gastaremos nuestras suelas y enriqueceremos nuestros sentidos. En cualquier época el Valle Hermoso nos regalará momentos memorables. El oro del otoño, el blanco silencioso del invierno, el verde ruidoso de la primavera y los calmados ocres del verano nos acompañarán recorriendo sus callejas centenarias, entre robles ancestrales y jóvenes retoños, junto a muros de piedra seca y arroyos de montaña. Dehesa y pasto, laderas y cortados. Corzos, milanos, águilas y buitres. El colorido pito real, el alegre carbonero, el hipnótico lagarto verdinegro, el sapo corredor y la rana común… Ruta circular que nos hará viajar en el tiempo despertando los sentidos.

Descripción del itinerario

Salimos de la Plaza de la Constitución y tras rebasar el Ayuntamiento tomaremos la calle de la Feria hacia la izquierda. La seguimos hasta entrar en la carretera de Miraflores (M-610). Seguiremos por la carretera, al principio solo calle, hasta pasar por el lateral del campo de fútbol. Atravesamos la explanada y encontramos un panel informativo. A la izquierda del panel informativo de La Mina de la Plata, comienza el camino que nos lleva bordeando el pinar. Tras unos 600 metros de recorrido, y tras dejar atrás una poza o Manantial de La Gregoria, llegaremos a una bifurcación que tomamos hacia la izquierda coincidiendo con el GR 10. Comienza el dominio del robledal que nos acompañará la mayor parte del recorrido. Muros de piedra flanqueando el camino y zarzas cargadas de moras contemplan nuestro paso. Frente a nosotros y en la lejanía destaca La Najarra, comienzo o final de la llamada Cuerda Larga. Por nuestra izquierda siempre presente la imponente mole del Pendón. En algún momento el roble deja paso al pinar de repoblación, pero será por muy poco tiempo. Comienza un fuerte descenso hacia el sur, momento en el que las marcas del GR 10 se separan, hasta llegar a las instalaciones de un embarcadero de ganado y, algo mas allá, el helipuerto que dejamos a la izquierda. A partir de este punto, junto al helipuerto, nuestra ruta se une con la Ruta 4 Callejas de Valle Hermoso. Podemos visitar el Puente de la Mina y volver a nuestro recorrido. Regresamos sobre nuestros pasos (carretera y pista) hasta la casa de los retenes, dejándola a nuestra izquierda. Tomamos el desvío a la izquierda. A continuación, tomamos el siguiente desvío a la derecha. Caminamos hacia el noroeste, viendo de frente el monte Maragil y el Collado Cerrado, que nos daría acceso al Valle del Lozoya por el Puerto de Canencia. A unos 500 metros vemos a nuestra izquierda algunos huertos en terrazas (o cirates, como se denominan aquí), que nos indican cómo en terrenos de montaña se aprovechó cada rincón para producir alimentos y otros productos, que, como el lino, fueron esenciales. Posiblemente estamos junto a uno de aquellos linares. Caminamos entre prados donde es probable que veamos caballos y yeguas, y a la derecha, en lo alto, vemos el pico Cabeza de la Braña. No es extraño avistar rapaces en esta zona. El paseo nos permite contemplar algunas de las antiguas casillas de piedra en buen estado y otras en ruinas y cubiertas de musgo y maleza. Hoy podemos ver cómo la tierra, poco a poco, recupera parte de su uso tradicional. Nos lo indican los jóvenes manzanos (una de las pocas especies de frutales que prosperan en terrenos tan fríos) de algunas fincas. El camino se interna y refresca entre robles de buen tamaño. Durante la época fría, cuando bajan de las cumbres, no es difícil ver corzos por la zona. Tras los robles, pasamos a una zona donde la jara predomina, y entre ella asoman de nuevo robles muy jóvenes. Estos jarales son típicos de zonas degradadas que se están recuperando. A los lados del camino vemos cómo los robles, todavía jóvenes, vuelven a ocupar el terreno que naturalmente les corresponde. La ganadería extensiva es ahora mucho más reducida, por lo que el arbolado puede extender sus dominios de nuevo. Los helechos nos indican la elevada humedad del terreno. Estas plantas, hoy en apariencia inútiles, fueron utilizadas para garantizar la conservación de las patatas tardías, producto básico para la economía local. Tras la cosecha, las patatas se enterraban en enormes “barrancos” y se cubrían con una capa de helechos y tierra. Con un solo hueco mal tapado que quedara, el hielo penetraba. Una sola patata afectada podía pudrir toda la cosecha. Si se conservaban bien, la venta podía esperar un momento más propicio. Ascendemos suavemente, disfrutando de una preciosa panorámica del Valle Hermoso, con el Macizo del Pendón al sureste y el Collado al este. Al fondo, tras el Collado, se llega a ver el Pico de la Miel, de la Sierra de la Cabrera. La apertura de nuestro valle por el sur nos permite ver los rascacielos de la capital y el viaducto del AVE Madrid-Valladolid. Cruzamos el Arroyo de los Tejos, y a unos 200 metros, vemos a la izquierda las ruinas esqueléticas de una casilla tradicional. Cruzamos también el Arroyo de Navalpino, que nace solo unos metros más arriba (hermosa poza si queremos asomarnos), y continuamos nuestro camino faldeando el monte. A nuestra derecha tenemos el pico Perdiguera (1866 m), el más alto del término municipal. El camino discurre entre pastizales adehesados con robles de buena talla. Ya se ve el cerro de San Pedro a nuestra izquierda. A los 3 km aproximadamente de comenzar a caminar, el camino se bifurca. Tomamos el de la derecha, que está menos marcado. (El de la izquierda, más marcado, desciende a una casa). Ahora nos internamos en una masa de robles altos que nos presenta el encanto de los bosques de frondosas. Los cantos de las aves y los cencerros de las vacas completan el paisaje sonoro. Tras 300 metros, en el cruce del Arroyo de la Barranca, hemos de extremar la precaución por la posible presencia de colmenas. Un cartel lo indica. Seguimos por el camino principal, sin desviarnos, hasta dar con el Arroyo del Sardinero, un bonito lugar donde nuestro camino gira bruscamente a la izquierda. A continuación llegamos a una puerta que dejamos como la encontramos. Unos 20 metros antes de llegar a la carretera M-629 (Miraflores-Canencia), y con el único fin de evitar el asfalto, tomamos un pequeño sendero a la izquierda. Cruzamos el pequeño arroyo estacional y seguimos en paralelo a la carretera hasta llegar a la puerta (la vemos a nuestra derecha). No cruzamos la puerta, sino que en ese punto giramos a la izquierda siguiendo el camino que desciende en dirección sureste, dejando el Arroyo de la Tejilla a la derecha. El camino desciende entre fincas. Algunas han conservado el muro tradicional de piedra seca, valioso elemento en este ecosistema (refugio y corredor de pequeños animales y hábitat de especies vegetales, líquenes y musgos). Disfrutamos de una de las callejas tradicionales del terreno, custodiada a ambos lados por robles, escaramujos, zarzales, musgos, líquenes y diversas herbáceas. Es una calleja umbrosa que nos invita, tal vez, al silencio. Se aprecia el empedrado que antaño se colocó para facilitar el paso de las antiguas carretas. De frente, el Macizo del Pendón. Salimos a la carretera de Miraflores (M-610), a la altura del km 16. Avanzamos paralelos a la carretera durante 180 metros. Cruzamos y remontamos la carretera otros 55 metros. Tomamos el camino a nuestra derecha. …y entre prados, llegamos al pequeño puente de piedra que nos permite cruzar (de nuevo) el Arroyo del Sardinero. Llegamos al camping (lo dejamos a nuestra izquierda) y continuamos por el camino de la derecha justo detrás de él. Nos dirigimos valle arriba, con la Torre de la Mina al fondo. En algún momento llegamos a ver de nuevo la casa de los retenes, donde hemos comenzado nuestra ruta. Ahora tenemos la ocasión de disfrutar del Valle Hermoso desde abajo, donde los pastos son más fuertes y las temperaturas menos severas. Cruzamos el Arroyo de los Tejos por un pequeño puente. Avanzamos unos 100 metros, y justo antes de que el camino cruce el Arroyo del Valle, nos desviaremos a la izquierda (para no mojarnos los pies). El desvío es por un sendero que transcurre entre un muro de piedra (a la izquierda) y el Arroyo del Valle (a la derecha). Tras 200 metros aproximadamente, llegamos a una pista de tierra. Giramos a la derecha. Tras unos 200 metros el camino se hace pista. En una curva pronunciada a la derecha cruza sobre el Arroyo del Valle, y tomamos el segundo camino que sale a la izquierda: Ascendemos suavemente atravesando un jaral (nevado de flores en primavera), y 200 metros más arriba encontramos una bifurcación en forma de “Y”. Tomamos el ramal de la izquierda: Es una calleja fresca y cantarina de unos 300 metros. Cuando el camino se abre, nos conduce hacia la izquierda. En la bifurcación, seguimos por el de la izquierda hacia el inicio y final de la ruta que ya se ve (la casa de la que partimos). Al llegar al punto más alto giramos a la derecha dejando a nuestras espaldas la M-610. Caminamos por una calleja unos 300 metros y al salir de la misma giramos a la izquierda para, tras una fuerte pendiente llegar a la Fuente del Collado. Seguimos ascendiendo paralelos a la carretera hasta llegar a la zona mas alta desde donde giramos a la derecha para iniciar el descenso por una pista de tierra a Bustarviejo. Seguimos esta pista hasta la bifurcación donde sale una pista a la izquierda. que nos devolverá al inicio de la ruta cruzando el pueblo.

Punto álgido
1.304 m
Punto final

Bustarviejo

Perfil alto
© outdooractive.com

Información de seguridad

En el cruce del Arroyo de la Barranca, hemos de extremar la precaución por la posible presencia de colmenas. Un cartel lo indica

Consejos

Podemos visitar el Puente de la Mina y volver a nuestro recorrido. Hermosa la Poza del Arroyo de Navalpino, si queremos asomarnos.


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Información general

Punto de avituallamiento
Flora
Fauna
Vistas panorámicas

Excursiones opcionales por los alrededores

Bustarviejo. Vuelta al Pendón

difícil Mountainbike
19,5km | 325hm | 02:01h