Camino Natural del Tajo

Este camino natural ha sido homologado como sendero de gran recorrido (GR-113) por la Federación Española de Deportes de Montaña (FEDME).

El trayecto recorre varios espacios de interés natural que se complementados con los valores históricos, culturales y etnográficos que se encuentran a lo largo del camino, manifestados por las grandes ciudades monumentales, yacimientos arqueológicos, castillos, ermitas e iglesias.

En el recorrido se pueden conocer algunas de las ciudades históricas más importantes de la Península, como la ciudad imperial de Toledo, Talavera de la Reina y Alcántara. Asimismo, en el ámbito del patrimonio histórico cultural, destacan conventos, monasterios y multitud de iglesias y ermitas que van visitándose en el camino; así como diversos castillos. A lo largo del recorrido se cruzan diversos puentes, algunos de ellos representativos de la época medieval o romana, como el de Alcántara, además de vestigios de calzadas romanas como la del río Uso. Además, los diversos yacimientos arqueológicos muestran la historia más antigua de la Península a través de restos de pinturas rupestres, grabados prehistóricos, numerosos dólmenes, tumbas antropomorfas, tumbas paleocristianas o ruinas visigodas.

Partimos de Albarracín, cerca del nacimiento del Tajo, y vamos recorriendo el tramo alto del río, de aguas rápidas y limpias, entre los paisajes escarpados de montaña y los parajes boscosos de fondo de valle. Estas zonas, protegidas dentro del Parque Natural del Alto Tajo, son refugio de aves rapaces, como el águila real y el buitre leonado.

Más adelante bajamos de la montaña a la meseta, donde los densos bosques dejan paso a los campos de trigo y cebada. La vegetación se adapta a las duras condiciones de los peñascos que flanquean el río, presentando una gran diversidad de hábitats y especies. Los meandros del río y la cola del embalse de Entrepeñas nos conducen a través de un rico ecosistema fluvial. Del embalse hasta el salto de Bolarque, el paisaje alterna entre valles, barrancos y llanuras.

Saliendo del embalse, donde destaca el desfiladero de la Boca del Infierno, nos adentramos en el paisaje agrícola de los sotos del río Tajo. Este tramo se define por los meandros que riegan las tierras castellanas y presenta varios enclaves singulares, como la desembocadura del arroyo de Martín Román.

Seguimos el curso del Tajo a través de suaves colinas entre olivos y cereal hasta las Barrancas y el embalse de Castrejón. Continuamos por una zona de pastizales y riberas hasta llegar al Camino Natural Vía Verde de la Jara, que nos conduce al embalse de Azután por un antiguo trazado ferroviario cruzando túneles y un altísimo puente sobre el embalse.

Desde aquí, descendemos hacia las vegas del Tajo entre encinas y bloques de granito y llegamos al embalse de Valdecañas entre campos y cotos de caza. Pasado el embalse y la dehesa extremeña, llegamos al paisaje de bosque mediterráneo del Parque Nacional de Monfragüe, que presenta una amplia diversidad de rapaces y mamíferos.

Tras el Parque Nacional y a la salida del pantano de Alcántara, recorremos paisajes variados, entre los que destacan pinares, zonas esteparias y bosques encina. Finalizamos nuestro recorrido en el municipio de Cedillo, en la frontera con Portugal, en un paisaje dominado por la abrupta orografía del Parque Natural del Tajo Internacional.